Dra. Patricia Cides

En esta oportunidad compartimos mensajes de uno de los libros de la psicóloga francesa Evelyne Bissone Jeufroy :“Cuatro placeres al día, ¡como mínimo!”.Evelyne Bissone Jeufroy

Este método lo implementó el Dr. Simonton, fundador del Centro de Cáncer Simonton en Estados Unidos, por los años 70, al observar en sus pacientes el poder curativo que tenia recuperar el deseo y el placer.

Se trata de una terapia que ayuda a conectarse con uno mismo, compensar el estrés y mejorar la inmunidad tan necesaria en la defensa contra las enfermedades y el bienestar.


> Resistencia al placer
Que bueno que exista una indicación médica que convoque al placer. Sin embargo, por más ridículo que parezca, a veces no es tan fácil de cumplir.

> No está permitido
Repetimos mandatos a pesar nuestro y de nuestra voluntad. Hay familias que por su historia aprueban el deber, el esfuerzo y el sacrificio pero no el placer. Hay poco lugar para el disfrute y cuando se vive genera incomodidad y culpa.

> El mal uso de la mente
Muchas veces algún sufrimiento o dolor de nuestra vida genera un estado de protección, tapamos las emociones para no sentir el dolor pero tampoco sentimos plenamente el amor. Empezamos a vivir más con la mente que con el corazón. Resguardamos nuestro corazón del dolor pero también lo resguardamos de que sea feliz.
La mente entonces ocupa cada vez más espacio y transforma todo en un mundo de pensamientos, recuerdos del pasado, proyecciones hacia el futuro, conjeturas, planes y vamos perdiendo el deseo. De tanto pensar nos vamos olvidando de sentir.

> Perfección y postergación
Privilegiar la perfección al bienestar y el placer es bastante común por ejemplo, no usar algo para no arruinarlo o romperlo: juguetes, copas, vajillas que a veces quedan sin usar .

Nos “programamos” para las situaciones: la alegría para los encuentros con amigos, reservamos la diversión y el descanso para las vacaciones ,etc.

Pero ¿por qué no festejar todos los días? poner una linda mesa aporta alegría y sensación de fiesta, reír en el camino, bailar porque sí, descansar cuando estamos cansados. Los sentidos a flor de piel nos van indicando lo que necesitamos y nos gusta.

> Beneficios para la salud

La tensión, el miedo, el estrés bloquean la respiración que se vuelve corta y superficial y se transforma en nudos y bloqueos en todo el cuerpo.

Los momentos calmos permiten abrir la caja torácica, profundizar la respiración, disminuir la tensión arterial, el ritmo cardíaco, relajar los músculos.

Estar más calmo permite conectar con el entorno en otra dimensión.Este estado relaja la mente , la vuelve creativa y descansada para afrontar soluciones diferentes a los mismos problemas.

El placer energiza y revitaliza, nos hace conectar con el aquí y ahora, hace registrar las emociones , el cuerpo, lo que sentimos , disminuyendo la ansiedad.

Se activa el cuerpo en modo reparación y mejora el sistema inmune.

¡el placer no se agota… se multiplica!

Aprendé a poner en práctica el método de los Cuatro placeres al día ¡como mínimo!

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